viernes, 24 de junio de 2016

SECTAS FALSAS

DIOS les bendiga amados hermanos en CRISTO, todos debemos tener la convicción de que todas las sectas falsas comenzaron con una visión, sueño o profecía.                                                                                                                                    Los testigos de Russell, los adventistas, los mormones, los solo jesus y para su asombro y consternación, la denominación pentecostal ( pronto estaré publicando su origen ).

En esta oportunidad tratamos la secta falsa de los solo jesús ( en minúscula, pues no es el verdadero JESUS ).

DOCTRINAS
Las iglesias con la creencia de Sólo Jesús son ortodoxas en
casi todas las doctrinas menos la de la Trinidad. Difieren de
( Pablo Hoff informa que estas tres se hallan en varios países de América Latina. Otros
evangelios, p. 163.)
otras iglesias evangélicas en la fórmula bautismal. Veamos
primero el problema del bautismo, puesto que esto los llevó a
la doctrina unitaria (la de una sola persona en la Deidad).
El bautismo en agua.                                                                                                               La doctrina de Sólo Jesús enseña que el bautismo en agua debe ser
en el nombre del Señor Jesucristo, según Hechos 2:38.
Cristo dijo: "Id y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo" (Mateo 28:19). Los judíos acostumbraban bautizar en
agua a los gentiles convertidos, para testimonio público de que
ya eran de Dios. Juan el Bautista bautizaba a los judíos
arrepentidos en testimonio de que rendían su vida a Dios. Y los
cristianos fueron enviados a predicar el evangelio y a bautizar
en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
El mensaje de Pedro en el día de Pentecostés se dirigía a
millares de judíos religiosos que ya creían en el Padre y en el
Espíritu Santo, pero no reconocían a Jesús como su Mesías. Lo
habían crucificado. Para ser salvos tenían que arrepentirse y
bautizarse en su nombre para demostrar públicamente que lo
aceptaban como su Mesías y Señor.
Era, por tanto, natural que a este grupo Pedro les mencionara
sólo el nombre de Jesucristo. "Cristo" viene de la traducción
griega de la palabra hebrea que tenemos como "Mesías" en
español. Ambas palabras significan "ungido" y se refieren a la
persona a quien Dios ungiría para ser Profeta, Sacerdote y Rey,
el Salvador del mundo. Bautizarse en el nombre de Jesucristo
era reconocer públicamente que Jesús era el Cristo.
Eran cruciales para su salvación el arrepentirse y reconocer
a Jesucristo como el Hijo de Dios en un plano de igualdad con
el Padre y el Espíritu Santo. Es de suponer que los discípulos,
al bautizarlos en agua, usarían la fórmula que Jesús les había
dado hacía pocos días, en la que se incluía el nombre del Hijo
en el mismo nivel con el Padre y el Espíritu Santo.
No hay conflicto entre los dos textos. Tenemos en Hechos
2:38 el mandato del bautismo en agua como confesión de
Fe en Jesucristo, un énfasis especial que era necesario para los
judios. En Mateo 28:19 tenemos la fórmula bautismal que se
debía emplear en todas las naciones al cumplir con la Gran
Comisión.
Los escritos de diversos hombres destacados de la Iglesia
primitiva nos prueban que los apóstoles y los pastores de
aquellos tiempos bautizaban en el nombre de la Trinidad, y no
sólo en el nombre de Jesús.
Un libro muy antiguo llamado La enseñanza de los apóstoles
(Didajé) dice: "Ahora concerniente al bautismo, bautizad de
esta manera: después de dar enseñanza. primeramente de
todas estas cosas, bautizad en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo."1 Dice también: "El obispo o presbítero debo
bautizar de esta manera, conforme a lo que nos mandó el Señor,
diciendo: 'Id y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.' "
Justino Mártir (165 d.C) escribe: "Son traídos (hablando de
los nuevos conversos) a un lugar donde hay agua, y reciben de
nosotros el bautismo (lavamiento) de agua, en el nombre del
Padre, Señor de todo el universo, y de nuestro Salvador Jesucristo,
y del Espíritu Santo."
Tertuliano (196 d.C.), Clemente de Alejandría (15.6 d.C.) y
Basilio (326 d.C.) nos dan el mismo testimonio. Basilio aclara
aun más el asunto al decir: ''Nadie sea engañado ni supongan
que porque los apóstoles frecuentemente omitan los nombre
del Padre y del Espíritu Santo en hacer mención del bautismo
(no en la fórmula cuando están bautizando) no sea importante
invocar estos nombres." Cipriano (200 d.C.), hablando sobre·
Hechos 2:38, dice: ''Pedro menciona aquí el nombre de Jesu
cristo, no para omitir el del Padre, sino para que el Hijo no deje
de ser unido al Padre. Finalmente, cuando después de la
resurrección el Señor envía a los apóstoles a las naciones, los
manda que bauticen a los gentiles en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo."
2 Juan 3 dice: "Sea con vosotros gracia, misericordia y paz.
de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en
realidad y en amor." Aquí dice explícitamente que el Señor es el
 Hijo del Padre; de modo que es imposible que
El se refería sólo a sí mismo en la fórmula que dio para bautizar
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
La Trinidad
La doctrina Sólo Jesús enseña que Padre, Hijo y Espíritu Santo son
tres nombres de Jesús. Cita Deuteronomio 6:4; Éxodo 20:3;
lsaías 44:6 y otros textos que dicen que Dios es uno.
Ponen tanto énfasis en la verdad bíblica de la unidad de
Dios que cierran los ojos a otra verdad bíblica: en esta unidad
hay tres personas divinas.
l. Cristo habla de la Trinidad. En Juan 14:16-31 Jesús
habla del Padre y del Espíritu Santo como personas distintas
de EL Ruega al Padre que envíe al Espíritu; Él y su Padre se
manifestarán a los que lo aman. Vendrán para morar en el que
lo ama y guarda sus mandamientos; el Padre enviará al Espíritu Santo
en el nombre de Él; va al Padre; el Padre es mayor
que El; hace lo que su Padre lo mandó. Sigue hablando del
Padre y del Espíritu en los capítulos 15 y 16; en el17 tenemos
su oración al Padre.
Desde las primeras palabras que tenemos de Jesús hasta
los últimos encargos dados a sus discípulos, habla de Dios
Padre como otra personalidad distinta a la suya. "¿Por qué me
buscabais? ¿N o· sabíais que en los negocios de mi Padre me es
necesario estar?" preguntó (Lucas 2:49). No dijo: "En mis nego- ·
ClOS como padre." Constantemente se refiere a mismo como
enviado por el Padre (Juan 3:16,17,33; 5:43; 6:38,39; 9:3,4;
12:49; 16:28; 20:21).
Jesús decía que las obras que Él hacía y sus palabras que
hablaba no eran suyas, sino del Padre que lo había enviado
Juan 5:18,30,36; 6:38; 7:16).
Menciona cosas, conocimientos y actividades que corresponde
definitivamente a uno y no al otro, con lo que mostraba
que El y el Padre eran dos personas. El Padre le entrega el
 juicio al Hijo (Juan 5:22). El Padre sabía el día de la venida
futura del Hijo, pero el Hijo no lo sabía (Marcos 13:32). El Padre
glorifica al Hijo (Juan 8:50,54). El Padre lo ama a Él, y Él al
Padre (Juan 3:35; 5:20; 10:17; 14:31; 17:23,24).
Jesús habla de distinción de lugares entre Él y el Padre,
cosa que sería imposible si se tratara de la misma persona. "Salí
del Padre ... Voy al Padre ... Padre nuestro que estás en los
cielos" (Juan 14:12,28; 20:17; Mateo 6:9).
2. Jesús oraba al Padre. Él se dedicaba a la oración, no sólo
como ejemplo sino para tener comunión con su Padre y recibir
respuestas a sus peticiones (Marcos 1:35; Lucas 5:Ü3; 6:12;
9:28; 11:1; 22:39-44; Mateo 26:39; Juan 11:41,42; 17; Hebreos
5:7).
3. Cristo, nuestro Sacerdote, intercede ante el Padre. Todo
el sistema simbólico del sacerdocio pierde su significado si sólo
existe Jesús en la Deidad. La Epístola a los Hebreos enseña
que Jesús convirtió en realidad ese simbolismo al presentarse
a sí mismo en sacrificio ante Dios Padre, donde intercede por
nosotros. Los de Sólo Jesús, al ser confrontados con este hecho,
niegan que haya oración en el cielo. Léanse al respecto Hebreos
4:14; 5:10; 6:20; 7:17; 8:6; 10:22. Hebreos 7:25 nos enseña
que Él vive eternamente para interceder por nosotros. Cristo
es el Mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5;
1 Juan 2:1,2).
4. El ángel menciona la Trinidad en la anunciación. Cuan
do el ángel Gabriel anunció a María la encarnación, menciona
las tres personas de la Deidad (Lucas 1:35).
5. Miembros de la Trinidad se manifestaron simultánea
mente. En su bautismo, Jesús salía del agua cuando el Espíritu
Santo descendió como paloma, y se oyó la voz del Padre desde
el cielo (Mateo 3:16,17). En dos otras ocasiones leemos que la
gente que estaba con Jesús oyó la voz del Padre (Juan 12:23-30,
17:1-5). En el monte' de la transfiguración, Dios dijo desde la
nube: "Este es mi Hijo Amado, en quien tengo complacencia.''
Esteban, lleno del Espíritu Santo, vio los cielos abiertos y
Jesús a la diestra de Dios (Hechos 7:55,56). ¿Cómo pudo Esteban
 ver a Jesús a la diestra del Padre si Jesús mismo es el
Padre? Y Hebreos 1:1-3 nos presenta al Hijo de Dios sentado
"a la diestra de la Majestad en las alturas".
6. Los apóstoles creían en la Trinidad. La predicación de
Pedro en la casa de Cornelio enseña la unidad de Dios en la
cooperación de tres personas (Hechos 10:38-42). Efesios 2:8-
enseña que las tres personas obran para nuestra salvación.
Hebreos 9:14 pregunta: "¿Cuánto más la sangre de Cristo el
cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo ~in
mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas
para que sirváis al Dios vivo?" Véanse también Romanos 1:1-4;
1 Pedro 1:2; 1 Juan 3:23,24. En los primeros versículos y en
muchos de los últimos de casi todas las epístolas en el Nuevo
Testamento, hallamos referencia a Dios el Padre y a su Hijo
Jesucristo. Típica es la bendición apostólica que invoca a la
Trinidad: ''La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén"
(2 Corintios 13:14).
7. Se vislumbra la Trinidad en el Antiguo Testamento. 1
8. La naturaleza de Dios demanda una pluralidad. La
esencia del carácter del Dios eterno que no cambia es el amor
(1 Juan 3:8). Eso indica que tenía que haber un objeto de su
amor coexistente con Él en la eternidad pasada, es decir, una
pluralidad en la Deidad.
9. Sus títulos no excluyen a otros miembros de la Deidad.
Los del movimiento Sólo Jesús usan Isaías 9:6 para identificar
a Jesús con Dios el Padre, porque llama al niño que había de
nacer ''Dios fuerte, Padre eterno". Pero esto no quita la existencia
de la primera persona de la Trinidad que lleva los mismos
títulos. Ni quiere decir que Jesús sería su propio padre. Todo
padre humano es a la vez hijo de un padre. Jesús sería a la vez
Hijo de Dios y Padre Eterno para los que nacerían de nuevo por
su obra redentora.
 Recordemos que muchas veces un padre y su hijo llevan
el mismo nombre. Esto habla de su parentesco' pero no niega que
 tengan personalidades independientes.
Isaías 53:10,11 afirma que el que llevaría el castigo de muerte
_por los pecados de la humanidad vería linaje como resultado de
su sufrimiento por las almas. El ser Padre de las almas no quita
el hecho de que El a la vez tenga un Padre. A ambos se les puede
llamar ''Padre eterno".
10. La doctrina de Sólo Jesús les quita sentido a las Escrituras.
La hermosa oración de Juan 17 no tiene significado si el
Padre es sólo Jesús. Juan 3:16 pierde su sentido, pues ¿quién
sería el Hijo unigénito? ¿Qué quiere decir Juan 1:1,2,14 cuando
afirma que el Verbo era con Dios, y era Dios, y que era el
unigénito del Padre? Si Jesús es la única persona de la Deidad,
¿qué significa Juan 1:18: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito
Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer''?
La promesa que Jesús hizo a sus discípulos de que les
enviaría otro Consolador no era más que un engaño si El era
el Espíritu Santo. ¿Y qué sucedió con su cuerpo resucitado los
ángeles indicaron que Jesús volvería tal como lo habian visto
ir al cielo (Hechos 1:11). No sucedió así cuando vino el Espíritu
Santo.
 Algunas iglesias enseñan que es necesario el bautizarse en el nombre
de Jesús y hablar en lenguas para ser salvo.
La Biblia no enseña esto en ninguna parte. El ladrón en la
cruz no tuvo oportunidad para bautizarse. Ni recibió el bautismo
en el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras
lenguas, tal como los ciento veinte recibirían al cabo de cincuenta
días. Sin embargo, Jesús le dijo: ''Hoy estarás conmigo en el
paraíso" (Lucas 23:39-43). Somos salvos por fe en Jesucristo
su obra expiatoria; una fe tan real que nos lleva al arrepentimiento
y a la entrega de nuestra vida a El (Juan 3:16; Hechos

16:29-31; Romanos 5:1; Efesios 2:8).

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