LA
DENOMINACIÓN EVANGELICA PENTECOSTAL.
Conoce Ud.su
origen?
Pentecostés
de Hechos 2 se ha repetido alguna vez después que el ultimo profeta ( Juan )
fue a la presencia del SEÑOR?
Con las
mismas características?
Hechos 2Nueva Versión
Internacional (NVI)
El Espíritu Santo desciende en Pentecostés
2 Cuando
llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. 2 De
repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y
llenó toda la casa donde estaban reunidos. 3 Se les aparecieron
entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada
uno de ellos. 4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y
comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía
expresarse.
5 Estaban de visita en Jerusalén
judíos piadosos, procedentes de todas las naciones de la tierra. 6 Al
oír aquel bullicio, se agolparon y quedaron todos pasmados porque cada uno los
escuchaba hablar en su propio idioma. 7 Desconcertados y
maravillados, decían: «¿No son galileos todos estos que están hablando? 8 ¿Cómo
es que cada uno de nosotros los oye hablar en su lengua materna? 9 Partos,
medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto
y de Asia, 10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las
regiones de Libia cercanas a Cirene; visitantes llegados de Roma; 11 judíos
y prosélitos; cretenses y árabes: ¡todos por igual los oímos proclamar en
nuestra propia lengua las maravillas de Dios!»
12 Desconcertados y perplejos, se
preguntaban: «¿Qué quiere decir esto?» 13 Otros se burlaban y
decían: «Lo que pasa es que están borrachos.»
Pedro se dirige a la multitud
14 Entonces Pedro, con los once, se
puso de pie y dijo a voz en cuello: «Compatriotas judíos y todos ustedes que
están en Jerusalén, déjenme explicarles lo que sucede; presten atención a lo
que les voy a decir. 15 Éstos no están borrachos, como suponen
ustedes. ¡Apenas son las nueve de la mañana! 16 En realidad lo
que pasa es lo que anunció el profeta Joel:
17 »“Sucederá que en los últimos
días —dice Dios—,
derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano.
Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán,
tendrán visiones los jóvenes
y sueños los ancianos.
18 En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre mis siervos y mis siervas,
y profetizarán.
19 Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios:
sangre, fuego y nubes de humo.
20 El sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre
antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso.
21 Y todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo.”
derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano.
Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán,
tendrán visiones los jóvenes
y sueños los ancianos.
18 En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre mis siervos y mis siervas,
y profetizarán.
19 Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios:
sangre, fuego y nubes de humo.
20 El sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre
antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso.
21 Y todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo.”
22 »Pueblo de Israel, escuchen esto:
Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes con milagros,
señales y prodigios, los cuales realizó Dios entre ustedes por medio de él,
como bien lo saben. 23 Éste fue entregado según el determinado
propósito y el previo conocimiento de Dios; y por medio de gente malvada,
ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz. 24 Sin embargo, Dios
lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque era imposible que
la muerte lo mantuviera bajo su dominio. 25 En efecto, David
dijo de él:
»“Veía yo
al Señor siempre delante de mí,
porque él está a mi derecha
para que no caiga.
26 Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua;
mi cuerpo también vivirá en esperanza.
27 No dejarás que mi vida termine en el sepulcro;
no permitirás que tu santo sufra corrupción.
28 Me has dado a conocer los caminos de la vida;
me llenarás de alegría en tu presencia.”
porque él está a mi derecha
para que no caiga.
26 Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua;
mi cuerpo también vivirá en esperanza.
27 No dejarás que mi vida termine en el sepulcro;
no permitirás que tu santo sufra corrupción.
28 Me has dado a conocer los caminos de la vida;
me llenarás de alegría en tu presencia.”
29 »Hermanos, permítanme hablarles
con franqueza acerca del patriarca David, que murió y fue sepultado, y cuyo
sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. 30 Era
profeta y sabía que Dios le había prometido bajo juramento poner en el trono a
uno de sus descendientes. 31 Fue así como previó lo que iba a
suceder. Refiriéndose a la resurrección del Mesías, afirmó que Dios no dejaría
que su vida terminara en el sepulcro, ni que su fin fuera la corrupción. 32 A
este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos. 33 Exaltado
por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo
prometido, ha derramado esto que ustedes ahora ven y oyen. 34 David
no subió al cielo, y sin embargo declaró:
»“Dijo el
Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
35 hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.”
Siéntate a mi derecha,
35 hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.”
36 »Por tanto, sépalo bien todo
Israel que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y
Mesías.»
37 Cuando oyeron esto, todos se
sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles:
—Hermanos,
¿qué debemos hacer?
38 —Arrepiéntase y bautícese cada
uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les
contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo. 39 En
efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los
extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios
quiera llamar.
40 Y con muchas otras razones les
exhortaba insistentemente:
—¡Sálvense
de esta generación perversa!
La comunidad de los creyentes
41 Así, pues, los que recibieron su
mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil
personas. 42 Se mantenían firmes en la enseñanza de los
apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. 43 Todos
estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los
apóstoles. 44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo
en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían
sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. 46 No
dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan
y compartían la comida con alegría y generosidad, 47 alabando a
Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor
añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Hechos 2Nueva Traducción
Viviente (NTV)
La llegada del Espíritu Santo
2 El
día de Pentecostés,[a] todos los
creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. 2 De repente, se
oyó un ruido desde el cielo parecido al estruendo de un viento fuerte e
impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados. 3 Luego,
algo parecido a unas llamas o lenguas de fuego aparecieron y se posaron sobre
cada uno de ellos. 4 Y todos los presentes fueron llenos del
Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas,[b] conforme el
Espíritu Santo les daba esa capacidad.
5 En esa ocasión, había judíos
devotos de todas las naciones, que vivían en Jerusalén. 6 Cuando
oyeron el fuerte ruido, todos llegaron corriendo y quedaron desconcertados al
escuchar sus propios idiomas hablados por los creyentes.
7 Estaban totalmente asombrados.
«¿Cómo puede ser? —exclamaban—. Todas estas personas son de Galilea, 8 ¡y
aun así las oímos hablar en nuestra lengua materna! 9 Aquí
estamos nosotros: partos, medos, elamitas, gente de Mesopotamia, Judea,
Capadocia, Ponto, de la provincia de Asia, 10 de Frigia,
Panfilia, Egipto y de las áreas de Libia alrededor de Cirene, visitantes de
Roma 11 (tanto judíos como convertidos al judaísmo), cretenses
y árabes. ¡Y todos oímos a esta gente hablar en nuestro propio idioma acerca de
las cosas maravillosas que Dios ha hecho!». 12 Quedaron allí,
maravillados y perplejos. «¿Qué querrá decir esto?», se preguntaban unos a
otros.
13 Pero otros entre la multitud se
burlaban de ellos diciendo: «Solo están borrachos, eso es todo».
Pedro predica a la multitud
14 Entonces Pedro dio un paso
adelante junto con los otros once apóstoles y gritó a la multitud: «¡Escuchen
con atención, todos ustedes, compatriotas judíos y residentes de Jerusalén! No
se equivoquen. 15 Estas personas no están borrachas, como
algunos de ustedes suponen. Las nueve de la mañana es demasiado temprano para
emborracharse. 16 No, lo que ustedes ven es lo que el profeta
Joel predijo hace mucho tiempo:
17 “En los últimos días —dice Dios—,
derramaré mi Espíritu sobre toda la gente.
Sus hijos e hijas profetizarán.
Sus jóvenes tendrán visiones,
y sus ancianos tendrán sueños.
18 En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre mis siervos —hombres y mujeres por igual—
y profetizarán.
19 Y haré maravillas arriba en los cielos
y señales abajo en la tierra:
sangre, fuego y nubes de humo.
20 El sol se oscurecerá,
y la luna se pondrá roja como la sangre
antes de que llegue el grande y glorioso día del Señor.
21 Pero todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo”[c].
derramaré mi Espíritu sobre toda la gente.
Sus hijos e hijas profetizarán.
Sus jóvenes tendrán visiones,
y sus ancianos tendrán sueños.
18 En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre mis siervos —hombres y mujeres por igual—
y profetizarán.
19 Y haré maravillas arriba en los cielos
y señales abajo en la tierra:
sangre, fuego y nubes de humo.
20 El sol se oscurecerá,
y la luna se pondrá roja como la sangre
antes de que llegue el grande y glorioso día del Señor.
21 Pero todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo”[c].
22 »Pueblo de Israel, ¡escucha! Dios
públicamente aprobó a Jesús de Nazaret[d] al hacer
milagros poderosos, maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien
saben; 23 pero Dios sabía lo que iba a suceder y su plan
predeterminado se llevó a cabo cuando Jesús fue traicionado. Con la ayuda de
gentiles[e] sin ley,
ustedes lo clavaron en la cruz y lo mataron; 24 pero Dios lo
liberó de los terrores de la muerte y lo volvió a la vida, pues la muerte no
pudo retenerlo bajo su dominio. 25 El rey David dijo lo
siguiente acerca de él:
“Veo que
el Señor siempre está conmigo.
No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado.
26 ¡Con razón mi corazón está contento,
y mi lengua grita sus alabanzas!
Mi cuerpo descansa en esperanza.
27 Pues tú no dejarás mi alma entre los muertos[f]
ni permitirás que tu Santo se pudra en la tumba.
28 Me has mostrado el camino de la vida
y me llenarás con la alegría de tu presencia”[g].
No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado.
26 ¡Con razón mi corazón está contento,
y mi lengua grita sus alabanzas!
Mi cuerpo descansa en esperanza.
27 Pues tú no dejarás mi alma entre los muertos[f]
ni permitirás que tu Santo se pudra en la tumba.
28 Me has mostrado el camino de la vida
y me llenarás con la alegría de tu presencia”[g].
29 »Queridos hermanos, ¡piensen en
esto! Pueden estar seguros de que el patriarca David no se refería a sí mismo,
porque él murió, fue enterrado y su tumba está todavía aquí entre nosotros; 30 pero
él era un profeta y sabía que Dios había prometido mediante un juramento que
uno de los propios descendientes de David se sentaría en su trono. 31 David
estaba mirando hacia el futuro y hablaba de la resurrección del Mesías. Él
decía que Dios no lo dejaría entre los muertos ni permitiría que su cuerpo se
pudriera en la tumba.
32 »Dios levantó a Jesús de los
muertos y de esto todos nosotros somos testigos. 33 Ahora él ha
sido exaltado al lugar de más alto honor en el cielo, a la derecha de Dios. Y
el Padre, según lo había prometido, le dio el Espíritu Santo para que lo
derramara sobre nosotros, tal como ustedes lo ven y lo oyen hoy. 34 Pues
David nunca ascendió al cielo; sin embargo, dijo:
“El Señor le dijo a mi Señor:
‘Siéntate en el lugar de honor a mi derecha,
35 hasta que humille a tus enemigos
y los ponga por debajo de tus pies’”[h].
‘Siéntate en el lugar de honor a mi derecha,
35 hasta que humille a tus enemigos
y los ponga por debajo de tus pies’”[h].
36 »Por lo tanto, que todos en
Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron,
¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!».
37 Las palabras de Pedro traspasaron
el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles:
—Hermanos,
¿qué debemos hacer?
38 Pedro contestó:
—Cada uno
de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en
el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el
regalo del Espíritu Santo. 39 Esta promesa es para ustedes,
para sus hijos y para los que están lejos,[i] es decir,
para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios.
40 Entonces Pedro siguió predicando
por largo rato, y les rogaba con insistencia a todos sus oyentes: «¡Sálvense de
esta generación perversa!».
41 Los que creyeron lo que Pedro
dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil
en total.
Los creyentes forman una comunidad
42 Todos los creyentes se dedicaban
a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos
en las comidas (entre ellas la Cena del Señor[j]), y a la
oración.
43 Un profundo temor reverente vino
sobre todos ellos, y los apóstoles realizaban muchas señales milagrosas y
maravillas. 44 Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar
y compartían todo lo que tenían. 45 Vendían sus propiedades y
posesiones y compartían el dinero con aquellos en necesidad. 46 Adoraban
juntos en el templo cada día, se reunían en casas para la Cena del Señor y
compartían sus comidas con gran gozo y generosidad,[k] 47 todo
el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente.
Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo
salvos.
Qué
significa….16 En realidad lo que pasa es lo que
anunció el profeta Joel, es decir, esa profecía se cumplió en ese mismo
instante!!!. No es necesario que se vuelva a repetir los vers.17 al 18, el
resto es para un tiempo futuro.
Existe algún registro o referencia en la historia después de la Iglesia
primitiva?
Por favor lea con atención la verdad que escribieron los padres de la
Iglesia y verdaderos siervos del SEÑOR acerca de este tema tan importante para
la Iglesia actual:
Tradicionalmente, los carismáticos
han reconocido que los dones milagrosos de
la iglesia del primer siglo cesaron en algún momento de la
historia de la iglesia
primitiva. En lugar de argumentar que los dones continuaron a lo
largo de los
siglos, afirman en cambio que estos volvieron en 1901, cuando
Agnes Ozman
supuestamente habló en lenguas. Los que sostienen este punto de
vista a menudo
apelan a «la lluvia temprana y tardía» de Joel 2.23, insistiendo
en que la lluvia
temprana estuvo representada por la venida del Espíritu en Pentecostés
y la
tardía constituyó un segundo derramamiento del Espíritu en el
siglo veinte. Sin
embargo, ellos fallan en darse cuenta de que, el contexto de Joel
2, versículo 23,
es una promesa sobre precipitaciones literales durante el reino
milenario. La lluvia
temprana se refiere a la lluvia de otoño y la tardía a la de
primavera. En el
contexto, Joel estaba explicando que en la tierra milenaria estas
dos lluvias caerán
«como al principio». Su punto era que, debido a la bendición de
Dios durante ese
tiempo futuro, los cultivos y la vegetación crecerán en
abundancia. Los siguientes
versículos (vv. 24–26) aclaran muy bien este punto. Así que la
lluvia temprana y
la tardía no tienen nada que ver ni con el día de Pentecostés ni
con el
movimiento pentecostal moderno. Basar todo un movimiento en una
tergiversación intencional de un pasaje es oneroso.
Reconociendo el engaño de esa posición tradicional, otros
carismáticos han
intentado trazar una línea de dones milagrosos que continuó a lo
largo de la
totalidad de la historia de la iglesia. Para hacer esto, o bien
tienen que redefinir
los dones a fin de que encajen en los relatos históricos (de forma
muy parecida a
como redefinen los dones para adaptarlos a las experiencias
modernas), o se ven
obligados a alinearse con grupos marginales como los montanistas,
los radicales
extremos de la Reforma, los cuáqueros, los shakers, los jansenistas, los irvingitas,
o incluso sectas como los mormones. No obstante, algunos
continuacionistas
insisten en que la posición carismática ha sido normativa de toda
la historia de la
iglesia y son los cesacionistas los que representan un nuevo
enfoque de la vida
cristiana. Varios incluso han ido tan lejos como para afirmar que
el cesacionismo
es un producto del racionalismo naturalista de la Ilustración.
Este apéndice, por lo tanto, pretende ayudar a aclarar las cosas.
No solo
prueba que el cesacionismo no fue un producto de la Ilustración,
sino también
demuestra la forma en que los líderes prominentes a lo largo de la
historia de la
iglesia han entendido la enseñanza bíblica sobre este tema tan
importante.
¿Cuáles fueron sus conclusiones con respecto a la perpetuación de
los dones de
revelación y milagros de la era apostólica? Sea usted el juez.
JUAN CRISÓSTOMO (c. 344–407)
[Refiriéndose a 1 Corintios 12:] «Este tema es muy oscuro, pero la
oscuridad se
produce por nuestra ignorancia de los hechos referidos y su
cesación, siendo tal
como entonces solía ocurrir, pero sin tener ahora ya lugar».1
AGUSTÍN (354–430)
«En los primeros tiempos, el Espíritu Santo descendió sobre los
creyentes y
hablaron en lenguas que no habían aprendido, según el Espíritu les
daba que
hablasen. Estas fueron señales que se adaptaron a ese tiempo. Tal
anuncio del
Espíritu Santo en todas las lenguas tuvo lugar para mostrar que el
evangelio de
Dios iba a proclamarse por medio de todos los idiomas a lo largo y
ancho de toda
la tierra. Esto fue una señal, y luego desapareció».2
«Porque, ¿quién espera en estos días que las personas a quienes se
les imponen
las manos para que reciban el Espíritu Santo deban inmediatamente
empezar a
hablar en lenguas? Sin embargo, se entiende que de forma invisible
e
imperceptible, a causa del vínculo de la paz, el amor divino es
derramado en sus
corazones, para que sean capaces de decir: “Porque el amor de Dios
ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado”».3
TEODORETO DE CIRO (c. 393–c. 466)
«En otros tiempos a los que aceptaron la predicación divina y
fueron bautizados
para su salvación se les dio señales visibles de la gracia del
Espíritu Santo que
obraba en ellos. Algunos hablaron en lenguas que no conocían y
nadie les había
enseñado, mientras que otros realizaron milagros o profetizaron.
Los corintios
también hicieron estas cosas, pero no utilizaron los dones como
debían haberlo
hecho. Estaban más interesados en mostrarlos que en su uso para la
edificación
de la iglesia […] Incluso en nuestro tiempo la gracia se le ofrece
a los que son
juzgados dignos del santo bautismo, pero no puede asumir la misma
forma que
tenía en aquellos días».4
MARTÍN LUTERO (1483–1546)
«En la iglesia primitiva, el Espíritu Santo fue enviado de manera
visible. Él
descendió sobre Cristo en la forma de una paloma (Mateo 3.16), y
en la
semejanza del fuego sobre los apóstoles y otros creyentes (Hechos
2.3). Este
derramamiento visible del Espíritu Santo era necesario para el
establecimiento de
la iglesia primitiva, como lo fueron también los milagros que
acompañaron el don
del Espíritu Santo. Pablo explicó el propósito de estos dones
milagrosos del
Espíritu en 1 Corintios 14.22: “Las lenguas son por señal, no a
los creyentes, sino
a los incrédulos”. Una vez que la iglesia se estableció y anunció
debidamente por
medio de estos milagros, el aspecto visible del Espíritu Santo
cesó».5
«Cada vez que escuche a alguien presumir de que tiene algo por
inspiración del
Espíritu Santo y esto no encuentre ningún fundamento en la Palabra
de Dios, no
importa lo que sea, le digo que esa es la obra del diablo».6
«Lo que no tiene su origen en las Escrituras es sin duda del mismo
diablo».7
JUAN CALVINO (1509–1564)
«Aunque Cristo no dice exactamente si deseaba que [el obrar
milagros] fuera un
don ocasional, o uno que permaneciera en su iglesia para siempre,
es más
probable que los milagros solo se prometieran para ese tiempo, a
fin de brindarle
luz al nuevo y hasta ese entonces desconocido evangelio […]
Ciertamente vemos
que su uso cesó poco después [de la era apostólica], o por lo
menos resultaban
tan raros que es posible deducir que no fueron igual de comunes en
todas las
edades. Fue debido a la codicia absurda y el egoísmo de los que
siguieron [en la
historia posterior de la iglesia], que se inventaron mentiras
vacías con el fin de no
mostrar una total falta milagros. Esto le abrió la puerta de par
en par a las
mentiras de Satanás, permitiendo no solo que los delirios tomaran
el lugar de la
fe, sino que hombres sencillos se salieran del camino recto con el
pretexto de las
señales».8
«Ese don de sanidad, como el resto de los milagros que el Señor
quiso mostrar
por un tiempo, se ha desvanecido con el fin de hacer que la nueva
predicación
del evangelio sea maravillosa por siempre».9
JOHN OWEN (1616–1683)
«Los dones que en su propia naturaleza exceden todo el poder de
todas nuestras
facultades, esa dispensación del Espíritu, hace mucho que cesaron,
y cualquiera
que ahora los finja puede con justicia ser sospechoso de una
ilusión entusiasta».10
THOMAS WATSON (1620–1686)
«Claro, hay tanta necesidad de ordenación hoy como en la época de
Cristo y el
tiempo de los apóstoles, siendo que los dones extraordinarios de
la iglesia ahora
cesaron».11
MATTHEW HENRY (1662–1714)
«Lo que estos dones fueron en general se nos explica en el cuerpo
del capítulo [1
Corintios 12], a saber, oficios y poderes extraordinarios,
otorgados a los ministros
y cristianos en los primeros siglos, para la convicción de los no
creyentes y la
propagación del evangelio».12
«El don de lenguas fue un nuevo producto del Espíritu de profecía
y dado por
una razón particular, que los límites judíos fueran derribados y
todas las naciones
pudieran ser llevadas a la iglesia. Ese y otros dones de profecía,
siendo una señal,
hace tiempo que han cesado y fueron puestos a un lado, y no
tenemos ningún
apoyo para esperar el resurgimiento de ellos; sino, por el
contrario, se nos dirige a
considerar a las Escrituras la palabra profética más segura, más
segura que las
voces del cielo, y somos dirigidos a prestarles atención,
escudriñarlas y aferrarnos
a ellas, 2 Pedro 1.19».13
JOHN GILL (1697–1771)
«En los primeros tiempos, cuando se otorgó el don de hacer
milagros, no fue
dado a todos, solo a algunos, y ahora no hay nadie que lo posea».14
JONATHAN EDWARDS (1703–1758)
«En los días de su carne [de Jesús], sus discípulos tenían una
medida de los
dones milagrosos del Espíritu, permitiéndoles enseñar y hacer
milagros. Sin
embargo, después de la resurrección y la ascensión, tuvo lugar el
derrame más
completo y extraordinario del Espíritu con sus dones milagrosos,
comenzando el
día de Pentecostés, luego de que Cristo resucitara y ascendiera al
cielo. Y como
consecuencia de esto, no solo aquí y allá una persona
extraordinaria recibió estos
dones extraordinarios, sino que eran comunes en la iglesia, y así
continuó durante
toda la vida de los apóstoles, o hasta la muerte del último de
ellos, el apóstol
Juan, que tuvo lugar alrededor de cien años después del nacimiento
de Cristo, de
modo que los primeros cien años de la era cristiana, o el primer
siglo, fue la
época de los milagros.
»No obstante, poco después de eso el canon de las Escrituras se
completó
cuando el apóstol Juan escribió el libro de Apocalipsis poco antes
de su muerte, y
estos dones milagrosos ya no continuaron en la iglesia. Ahora se
había
completado una revelación escrita establecida de la mente y la
voluntad de Dios,
en la que Dios había registrado por completo una norma permanente
y suficiente
para su iglesia en todas las edades. Y debido a que la iglesia y
la nación judías
habían sido depuestas, y la iglesia cristiana y la última
dispensación de la iglesia
de Dios establecidas, los dones milagrosos del Espíritu ya no eran
necesarios, por
lo que cesaron; ya que a pesar de que habían continuado en la
iglesia por algunos
años, luego pasaron, y Dios hizo que terminaran porque no había
ninguna
ocasión futura para ellos. De este modo se cumplió lo dicho por el
texto: “Las
profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia
acabará”. Y ahora
parece haber llegado el fin de todos estos frutos del Espíritu, y
no tenemos
ninguna razón para esperar que ellos aparezcan nunca más».15
«Los dones extraordinarios del Espíritu, como el don de lenguas,
milagros,
profecías y otros, se llaman extraordinarios porque los tales no
se dan en el curso
de la providencia de Dios. No se otorgan en la forma de la
providencia ordinaria
de Dios para sus hijos, sino solo en ocasiones extraordinarias, ya
que fueron
otorgados a los profetas y apóstoles a fin de que pudieran revelar
la mente y la
voluntad de Dios antes de que el canon de las Escrituras estuviera
completo, y
del mismo modo a la iglesia primitiva, para la creación y el
establecimiento de
esta en el mundo. Sin embargo, ya que el canon de las Escrituras
se ha
completado y la iglesia cristiana se encuentra plenamente fundada
y establecida,
estos dones extraordinarios han cesado».16
JAMES BUCHANAN (1804–1870)
«Los dones milagrosos del Espíritu han sido retirados desde hace
tiempo. Se
utilizaron para un propósito temporal. Eran los andamios que Dios
empleó para la
construcción de un templo espiritual. Cuando ya no se necesitó el
andamiaje, fue
derribado, pero el templo sigue en pie, y está ocupado por su
Espíritu que mora
en nosotros, pues como está escrito: “¿No sabéis que sois templo
de Dios, y que
el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Corintios 3.16)».17
ROBERT L. DABNEY (1820–1898)
«Después que se estableció la iglesia primitiva, ya no existía la
misma necesidad
de señales sobrenaturales, y Dios, que nunca desperdicia sus
recursos, los retiró
[…] Los milagros, si llegaran a ser ordinarios, dejarían de ser
milagros, y los
hombres podrían referirse a ellos como leyes habituales».18
CHARLES SPURGEON (1834–1892)
«Querido hermano, honre al Espíritu de Dios como honraría a
Jesucristo si
estuviera presente. Si Jesucristo morara en su casa, usted no lo
ignoraría, no
continuaría con sus negocios como si no estuviera allí. No pase
por alto la
presencia del Espíritu Santo en su alma. Le ruego, no viva como si
no hubiera
oído que hay un Espíritu Santo. Ofrézcale su adoración constante.
Reverencie al
augusto invitado que ha tenido a bien hacer de su cuerpo su morada
sagrada.
Ámelo, obedézcale, adórele.
»Tenga cuidado de no imputar las vanas imaginaciones de su
fantasía al
Espíritu Santo. He visto al Espíritu de Dios deshonrado
vergonzosamente por
personas —y espero que estuvieran locas— que han dicho que esto y
aquello le
ha sido revelado por Dios. En los últimos años no ha habido una
sola semana en
la que no me hayan molestado con las revelaciones de hipócritas o
maníacos.
Algunos medio lunáticos son muy aficionados a venir a verme con
mensajes del
Señor para mí, y les ahorraría algunos problemas si les digo de
una vez por todas
que no voy a escuchar ninguno de sus estúpidos mensajes […] Nunca
sueñe que
los eventos se le revelan por medio del cielo, o puede llegar a
ser como uno de
esos idiotas que se atreven a imputarles sus locuras flagrantes al
Espíritu Santo.
Si usted siente tal ardor en su lengua por decir tonterías,
atribúyaselas al diablo,
no al Espíritu de Dios. Cualquier cosa que el Espíritu deba
revelarnos ya está en
la Palabra de Dios, pues él no añade nada más a la Biblia, y nunca
lo hará.
Dejemos que las personas que tienen revelaciones de esto, aquello
y lo otro
vayan a la cama y despierten en sus sentidos. Solo me gustaría que
siguieran el
consejo y no insultaran más al Espíritu Santo al mentir con sus
tonterías».19
«Ellos habían alcanzado la cumbre de la piedad. Habían recibido
“los poderes del
siglo venidero”. No dones milagrosos, los cuales nos son negados
en estos días,
sino todos esos poderes con los que el Espíritu Santo dota a un
cristiano».20
«Las obras del Espíritu Santo que son concedidas en este momento a
la iglesia de
Dios resultan en todos los sentidos tan valiosas como los dones
milagrosos
anteriores que se han retirado de nosotros. La obra del Espíritu
Santo, la cual
hace que los hombres sean despertados de su muerte en el pecado,
no es inferior
al poder que hizo que los hombres hablaran en lenguas».21
«Como resultado de la ascensión de Cristo al cielo, la iglesia
recibió apóstoles, los
hombres que fueron seleccionados como testigos porque habían visto
en persona
al Salvador, un oficio que necesariamente se extinguió, y con
razón, ya que el
poder milagroso también se retiró. Ellos resultaron necesarios de
manera
temporal, y fueron dados por el Señor ascendido como un legado
escogido. Los
profetas también pertenecen a la iglesia primitiva».22
«Debemos hacer que los no creyentes se conviertan; Dios tiene
miríadas de sus
elegidos entre ellos, y debemos ir a buscarlos de una manera u
otra. Muchas
dificultades se han eliminado ahora, todas las tierras están
abiertas para nosotros,
y la distancia se ve casi descartada. Es cierto que no tenemos las
lenguas
pentecostales, pero los idiomas se aprenden ahora con facilidad,
mientras el arte
de la imprenta representa un equivalente completo del don
perdido».23
GEORGE SMEATON (1814–1889)
«Los dones sobrenaturales o extraordinarios fueron temporales, y
estaban
destinados a desaparecer cuando la iglesia se fundara y el canon
inspirado de las
Escrituras quedara cerrado; ellos eran una prueba externa de una
inspiración
interna».24
ABRAHAM KUYPER (1837–1920)
«Los carismas [los dones del Espíritu] deben por lo tanto
considerarse en un
sentido económico. La iglesia es una gran familia con muchos
deseos; una
institución que debe ser eficaz por medio de muchas cosas. Los
dones son a la
iglesia lo que la luz y el combustible son a la familia, no
existen para sí, sino para
la familia, y para ser puestos a un lado cuando los días son
largos y cálidos. Esto
se aplica directamente a los carismas, muchos de los cuales, dados
a la iglesia
apostólica, no son de utilidad a la iglesia del presente día».25
WILLIAM G. T. SHEDD (1820–1894)
«Los dones sobrenaturales de inspiración y milagros que los
apóstoles poseían no
siguieron a sus sucesores ministeriales, porque ya no eran
necesarios. Todas las
doctrinas del cristianismo se les habían revelado a los apóstoles
y entregado a la
iglesia de forma escrita. No hubo más necesidad de una inspiración
infalible. Y
las credenciales y la autoridad dada a los primeros predicadores
del cristianismo
por medio de actos milagrosos no necesitaban continuar
repitiéndose de era en
era. Una época de milagros bien autenticados es suficiente para
establecer el
origen divino del evangelio. En un tribunal humano, no es
necesaria una serie
indefinida de testigos. Los hechos se establecen “por boca de dos
o tres testigos”.
El caso, una vez decidido, no se vuelve a abrir».26
BENJAMIN B. WARFIELD (1887–1921)
«Estos dones […] fueron parte de las credenciales de los apóstoles
como los
agentes autorizados de Dios en la fundación de la iglesia. Su
función los limita de
manera distintiva a la iglesia apostólica y necesariamente cesaron
con ella».27
ARTHUR W. PINK (1886–1952)
«Así como hubo oficios extraordinarios (apóstoles y profetas) en
el comienzo de
nuestra dispensación, del mismo modo hubo dones extraordinarios, y
como estos
últimos no fueron designados por los primeros, una continuidad
posterior nunca
fue la intención. Los dones dependían de los oficios: ver Hechos
8.14–21; 10.44–
46; 19.6; Romanos 1.11; Gálatas 3.5; 2 Timoteo 1.6. Ya no tenemos
a los
apóstoles con nosotros, y por lo tanto los dones sobrenaturales
(cuya
comunicación era una parte esencial de “las señales de un
apóstol”, 2 Corintios
12.12) están ausentes».28
D. MARTYN LLOYD-JONES (1899–1981)
«Una vez que los documentos del Nuevo Testamento fueron escritos,
el oficio de
profeta ya no resultó necesario. De ahí que en las epístolas
pastorales, que se
aplican a una etapa posterior de la historia de la iglesia, cuando
las cosas se
habían vuelto más estables y ordenadas, no hay ninguna mención de
los profetas.
Está claro que incluso entonces el oficio de profeta ya no era
necesario, y el
llamado a maestros y pastores y otros fue a exponer las Escrituras
y transmitir el
conocimiento de la verdad.
»Debemos señalar de nuevo que a menudo en la historia de la
iglesia el
problema ha surgido porque las personas pensaron que eran profetas
en el
sentido del Nuevo Testamento, y que habían recibido revelaciones
especiales de
la verdad. La respuesta a eso es que, en vista de las Escrituras
del Nuevo
Testamento, no hay necesidad de más verdad. Esta es una afirmación
absoluta.
Toda la verdad está contenida en el Nuevo Testamento, y no tenemos
necesidad
de revelaciones adicionales. Todo ha sido dado, todo lo que es
necesario para
nosotros está disponible. Por lo tanto, si un hombre dice haber
recibido una
revelación de una verdad nueva, debemos sospechar de él
inmediatamente […]
»La respuesta a todo esto es que la necesidad de profetas terminó
una vez
que tuvimos el canon del Nuevo Testamento. Ya no necesitamos
revelaciones
directas de la verdad; la verdad está en la Biblia. Nunca debemos
separar al
Espíritu y la Palabra. El Espíritu habla a través de la Palabra,
por lo que siempre
debemos dudar e indagar sobre cualquier supuesta revelación que no
sea del todo
consecuente con la Palabra de Dios. En realidad, la esencia de la
sabiduría es
rechazar por completo el término “revelación” en lo que a nosotros
respecta y
hablar solo de “iluminación”. La revelación ha sido dada de una
vez por todas, y
lo que necesitamos y lo que por la gracia de Dios podemos tener, y
tenemos, es
la iluminación del Espíritu para entender la Palabra».
Amado hno.no pretendo hacerlo incrédulo, en el caso de que Ud.sea
pentecostal, le pregunto: de que le ha servido creer o hablar en lenguas?
Seguramente ha escuchado una profecía, visión, sueño, o que DIOS le
habló a su pastor, al “ apóstol “, “ profeta “o hasta le han profetizado, pero todo sigue igual o nada pasó o cumplió!!, es
muy normal en las Iglesias pentecostales ver este tipo de cosas, más bién sino
se ven en cualquier Iglesia “ cristiana “, esa Iglesia está muerta, ahí no está
EL SEÑOR.
Uno de los pseudoapostoles más emblemáticos de enlacetv, proclama
que un siervo que no tenga “ la unción “, revelación, milagros o
manifestaciones “ espirituales “ ( como él ) no es de DIOS!!!! He aquí la
locura de un falso apóstol y falso profeta, un gran instrumento del reino de
las tinieblas, guía de ciegos espirituales, lo siguen cientos de Pastores, tan
ciegos como él.
Todo lo que Ud. ve en este canal de tv ( manifestaciones
espirituales ), predicas, conciertos, campañas, y todo tipo de eventos
espirituales, son producto de la locura pentecostal!!!!
Oro para que EL ESPIRITU DEL SEÑOR le ilumine su entendimiento al leer Las Escrituras y pueda Ud.huir de tanta falsedad.
DIOS le bendiga.
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