sábado, 6 de febrero de 2016

VERDADES QUE TODO SIERVO DE SANA DOCTRINA DEBE DE CONOCER. ULTIMA PARTE!




Usted ha dudado de tantas “manifestaciones espirituales” que se ven hoy día, no las acepta, pero a veces no puede explicar con claridad y hasta lo hacen dudar de sus convicciones. Es inegable el “exito”  de los apostatas con sus “señales, es decir, sanidades, conversiones, liberaciones y toda clase de testimonios sobrenaturales”. Espero que con este estudio, Ud.reafirme su convicción y enseñe con autoridad a la Iglesia que EL SEÑOR puso bajo su cuidado.




El Alma debe ser tratada

Dios sólo trabaja con Su propia fuerza; en consecuencia debemos pedirle que amarre nuestra vida del alma. Cada vez que trabajamos para Dios necesitamos primero tratar con nosotros mismos,
colocándonos aparte.Debemos poner a un lado nuestros talentos y puntos fuertes, y pedirle a Dios que amarre estas cosas. Debemos decirle al Señor: “Oh Dios, quiero que Tú obres; no quiero depender de mi talento y poder. Te pido que obres, porque por mí mismo nada puedo hacer”.Muchos obreros hoy consideran el poder de Dios insuficiente, y por eso acrecientan los de ellos propios. Trabajar sobre tal base no sólo es inútil sino también perjudicial. Recuérdese que la obra del Espíritu Santo nunca tolera la intromisión de la mano del hombre. Todo el poder debe venir de arriba; todos los métodos usados también deben venir de arriba.Sabemos que sólo el Espíritu es quien vivifica. Dios obra por el Espíritu. Si deseamos que Dios obre,debemos pedirle que amarre nuestra vida del alma; en caso contrario Él no tiene libertad para obrar.
El espíritu vivifica; sólo él puede comunicar vida. Esto es lo que necesitamos observar. Pero desafortunadamente existen muchos sustitutos del espíritu en nuestros días.




Muchos fenómenos milagrosos son realizados por la fuerza del alma y no por Dios. ¿Cómo esperar buenos resultados y duraderos si sustituyen el poder de Dios con sus propias habilidades naturales? Muchas reuniones de avivamiento parecen buenos sucesos en el momento, pero después los resultados se reducen a cero. No hay duda de que algunos avivamientos ayudan a las personas. Pero me estoy refiriendo aquí a las obras hechas por medio de los métodos humanos. Puedo declarar solemnemente que cualquiera que anhela una obra mejor y más profunda, ¿No debe hablar sobre poder? Nuestra responsabilidad es caer en tierra y morir. Si morimos, entonces el producir fruto será bastante natural.

Cierta vez un hermano me preguntó: “¿Cuál es la condición para que obre el Espíritu Santo?” A lo que le respondí: “El Espíritu Santo nunca se enreda en ayudar el poder del alma. El Espíritu Santo necesita llevarnos primero al lugar donde no podemos hacer nada por nosotros mismos”.Aprendamos a rehusar todo aquello que viene de nuestros egos naturales. Sea milagroso o común, debemos rehusar todo aquello que no viene de Dios. Él entonces demostrará Su poder para  realizar aquello que pretendió hacer.

FINALMENTE.

El Ejemplo del Señor

“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada  por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”  
(Juan 5:19).El Hijo no puede hacer nada por Sí mismo. En otras palabras, de todas las cosas que el Señor realizó, ninguna de ellas Él hizo por Sí mismo. Esta es la actitud continua del Señor. Él nada hace por Su propio poder o según SU propia idea.Él rehúsa cualquier cosa que pueda venir de Él mismo. Sin embargo, ¿existe algo errado con SU alma? ¿Su poder del alma no es bastante utilizable? Siendo que Él no tiene el menor indicio de pecado, para Él no sería pecaminoso usar SU poder del alma. Aun así, Él afirma que el Hijo nada puede hacer por Sí mismo. Si un Señor tan santo y perfecto como Él se rehúsa a usar SU propio poder, ¿qué en cuanto a nosotros?El Señor es tan perfecto, y aun así en toda Su vida Él demostró ser desamparado y desesperanzado en Sí mismo, dependiendo sólo de Dios. Él vino al mundo para hacer la voluntad del Padre en todas las cosas.Nosotros, que somos apenas una partícula de polvo, en verdad no somos nada. Debemos poner a un lado la fuerza psíquica y rehusar cualquier cosa que venga del poder del alma, antes que podamos trabajar con fuerza espiritual y producir mucho fruto. 

Espero que sea de bendición a todos aquellos siervos que sufren la SANA DOCTRINA, la enseñan y denuncian la apostasía y sus variantes.

DIOS les bendiga!!!


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