En dos días de masacre cerca de mil cristianos fueron asesinados en la
República Centroafricana, según la información de Amnistía Internacional
(AI).
Las muertes ocurrieron debido a las represalias del grupo
rebelde islámico Seleka, contra la población de Bagui, capital del
país.
El 5 de diciembre, la violencia se intensificó cuando las milicias
campesinas cristianas "antibalaka" (antimachetes) se infiltraron en algunos
barrios de la ciudad y llevaron a cabo una confrontación denominada "Operación
puerta a puerta", matando a 60 musulmanes.
Debido a esto el Seleka
tomó represalias, según AI que la represalia era en gran parte contra los
cristianos, matando a cerca de un millar en sólo dos días, y practicar el
saqueo sistemático de las casas de civiles.
Entre las víctimas eran mujeres y
niños que no se libraron de asesinatos en serie.
"Nuestras
investigaciones en el campo de estas dos últimas semanas, no dejan lugar a
dudas. Ambas partes en el conflicto cometieron crímenes de guerra y
contra la humanidad", dijo Christian Mukosa, Amnistía
Internacional.
El tribunal puso a tres expertos para investigar el caso y
concluyó que no había ejecuciones extrajudiciales, la mutilación, la
destrucción de edificios religiosos y el desplazamiento forzado de varias
personas.
El conflicto en la República Centroafricana comenzó en
marzo, cuando la coalición rebelde Seleka logró derrocar al presidente
François Bozizé. El gobierno de transición, finalmente, perdió el control debido
a los grupos rivales formadas por cristianos, comenzaron una serie de
enfrentamientos violentos. Antes de la toma de posesión, los musulmanes y
cristianos vivían en paz en el país. A.C.
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